Baní, Provincia Peravia.- La pobreza azota con sus nefastos efectos a todo aquel que habita en medio de esta, y basta con un recorrido por algunas zonas de esta ciudad para detectar que tan arraigado está este mal.
Cabalgando por diferentes parajes del distrito municipal El limonar tales como los jovitos, arroyo salado, la cabria entre otros… se puede apreciar en las condiciones de precariedad en que habitan muchas personas, las que muchas veces se sienten abandonadas por las autoridades y ya simplemente se han acostumbrado a esta forma de vida llena de limitaciones económicas.
Se aprecia igual panorama en comunidades que han sido improvisadas en las afueras de nuestro municipio cabecera, como es el caso de la javilla, localizada justo debajo del puente Rafael Herrera Cabral, en la margen del río Baní.
Aquí se observa un panorama tétrico, sobre todo por la gran cantidad de niños que se mantienen desnudos y descalzos expuestos a toda clase de enfermedades.
Estas personas que habitan en medio de la pobreza extrema, la basura, el mal olor y el alegado olvido de las autoridades, son muestras palpables de que la pobreza en Peravia sigue vigente.
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