El malabarista suicida - Campesino Digital

Notas:

domingo, 30 de enero de 2011

El malabarista suicida


Por juan Fco Matos
Un día cualquiera, una unidad móvil (camioneta) de la Policía Nacional con un oficial en el asiento delantero y cuatro agentes en la parte de atrás, se desplazaba bajando por la calle Jaime Mota y se detuvo frente a la farmacia Méndez, cuando de repente pasó a gran velocidad un joven, calibrando su motocicleta con una sola rueda. la trasera.

Iba tan rápido el joven suicida que por poco arrolla al conductor del vehículo de la institución del orden, cuando procedía a bajar del mismo.

El intrepido motociclista se detuvo en el Parque Central y muy quitado de bulla, se sentó en un banco del centro de recreación. Pero su sorpresa fue grande cuando notó que su moto era subida en la camioneta policial por dos uniformados, por lo que pidió explicación al oficial que comandaba la patrulla, quien le contestó: "joven, vaya mañana a las nueve a la Dirección Regional Sur nuestra institución, donde le entregaremos su motocicleta". Malhumorado, el joven se marchó del lugar.

Al día siguiente, a las nueve de la mañana, el joven fue a buscar la moto como le había prometido el oficial, quien precisamente lo estaba esperando para entregársela. "Se dilató amigo", le dijo al joven, ordenando a un agente presente que fuera a buscar la moto que estaba estacionada en el patio del edificio policial.

El motorista recibió una sorpresa mayor que la primera, cuando notó que su aparato solo tenía la goma de atrás, por lo que de inmediato le dijo al oficial: "Por qué me le quitó el neumático delantero a mi moto", a lo que el oficial le contestó: "Amigo mío, le quité la goma de alante a su motocicleta, debido a que usted solo necesita la de atrás para calibrar".

El joven lanzó todo tipo de epítetos contra el oficial, quien pronunció las siguientes palabras: "Amigo mío, son casi las diez de la mañana, quiere usted que lo tranque con todo y motocicleta hasta mañana a esta misma hora. Si desea esto lo haré de inmediato, pero le advierto que de todos modos se llevará su aparato con una sola rueda".

Malhumorado, el joven preguntó ¿dónde está mi goma?, a lo que el uniformado en forma burlona le contestó: "Amigo mío, tuve el gusto de quemarla yo mismo". Entonces el joven dijo: "ha, pero usted también quema goma"- "En estas circunstancias quemo gomas", le dijo el oficial al muchacho que estaba que echaba chispas por todo su cuerpo.

El ciudadano no tuvo más remedio que marcharse del cuartel policial llevándose su moto con una sola goma ante la risa de los agentes policiales y civiles que estaban en la parte de afuera del cuartel.

Cuando iba frente a la entrada principal del Instituto de la Piel, el joven escuchó una voz: "Cuándo vuelva a calibrar me avisa", y al mirar hacia atrás, se dió cuenta que fue el oficial que le dijo tal cosa.

El muchacho se detuvo un rato mirando al oficial que estaba en la calle frente al cuartel y como una forma de despedida definitiva, le gritó al uniformado: "La abuela tuya es que va a calibrar otra vez". AMIGO LECTOR, SI LE INTERESA ESTE ESCRITO, PÓNGALE EL TÍTULO, PORQUE EL AUTOR DEL TRABAJO NO ENCONTRÓ UNO.

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