Haití aferrado a la esperanza de un nuevo líder - Campesino Digital

Notas:

jueves, 17 de marzo de 2011

Haití aferrado a la esperanza de un nuevo líder



Propaganda y mítines abruman a los haitianos que viven rodeados de escombro, a cuatro días de la elección presidencial

PUERTO PRÍNCIPE, HAITI .- Puerto Príncipe permanece plagada de carpas plásticas donde se refugian cientos de miles de haitianos que perdieron sus casas en el terremoto de 2010, y nadie sabe si las confusas elecciones a las que se encamina el país ayudarán a resolver esta urgencia.


poco más de un año del sismo hay campamentos rodeados de basura y escombros por todas partes: frente al aeropuerto, en las colinas que trepan hacia los barrios altos, en los alrededores del derrumbado Palacio de Gobierno.

“Necesitamos que haya elecciones porque el país está parado hasta que llegue un nuevo Gobierno”, se queja Franc Miot, un haitiano que trabaja como contratista para las organizaciones internacionales de ayuda.

“Resolver la situación de los campamentos es muy difícil, hace falta decisión política” según Miot. “La gente no quiere irse porque es allí donde reciben ayuda todos los días. Muchos tienen comida, agua y luz como nunca antes”.

En el tenso avance hacia los comicios del domingo para la segunda vuelta en la que postulan la ex primera dama Mirlande Manigat y el cantante popular Michel Martelly, la capital de Haití sigue colapsada por el terremoto que dejó 220 mil muertos casi un año atrás.
Trasladarse de un punto a otro es todo una odisea, entre caminos destruidos, personas que deambulan por las calles y motociclistas que trabajan como taxis e increíblemente llevan hasta cuatro personas juntas.

Hay vendedores ambulantes por todas partes que ofrecen cañas de azúcar que la gente mastica, bolsitas con agua potable y comida que se prepara junto a enormes basurales, como si nada importara pese a que el país afronta ahora una epidemia de cólera que ya mató a unas cinco mil personas.

Unas 600 mil personas salieron de Puerto Príncipe tras el sismo y fueron ubicadas en lugares fuera de la ciudad, pero han regresado en su mayor parte, afirman las organizaciones humanitarias.

“Vuelven porque el dinero y las mejores posibilidades de subsistir están en la ciudad”, dijo Anne Hastings, directora de la organización internacional Fonkose, quien ayuda a poner en marcha pequeños emprendimientos.

“La prioridad es sacar todos los escombros y la basura que hay en Puerto Príncipe para poder resolver otros graves problemas, pero es muy difícil avanzar en la actual situación”.


FRASE
''Un regreso de Jean Bertrand Aristide antes de los comicios puede, potencialmente, desestabilizar el conjunto del proceso político''
Embajada de Estados Unidos en Sudáfrica.

Agita la campaña
Esperan a Aristide en Puerto Príncipe

PUERTO PRÍNCIPE.- El ex presidente de Haití Jean Bertrand Aristide, exiliado en Sudáfrica desde 2004, regresará a su país en las “próximas horas” procedente de Ciudad del Cabo, según afirmó un dirigente del partido Familia Lavalas.

Aristide se vio forzado a abandonar Haití en 2004 tras una revuelta popular, pero en febrero recibió la autorización del Gobierno haitiano para regresar.

En medio de las dudas sobre la transparencia de los resultados de la primera vuelta y envueltos en una grave situación económica y sanitaria por la propagación del cólera, los haitianos asisten al desembarco de sus antiguos dirigentes. El 16 de enero volvió al país el ex dictador Jean-Claude Duvalier “Baby Doc”, desalojado del poder por el propio Aristide en 1986.

Aristide fue presidente de Haití unos meses de 1991 tras la salida de Duvalier y posteriormente ocupó de nuevo la presidencia del país caribeño en el periodo de 1994 a 1996 y desde 2001 hasta 2004, cuando fue derrocado en un violento golpe de Estado en el que participaron antiguos militares, y Aristide fue trasladado a Sudáfrica bajo custodia en un avión militar de Estados Unidos, al que acusó de haberlo “secuestrado”.

TELÓN DE FONDO
Dos estilos, un gobernante

Para la segunda vuelta electoral haitiana, además de dos candidatos, se enfrentarán dos sexos, dos estilos y hasta dos generaciones. Mirlande Manigat, de 70 años y apariencia de abuela, fue primera dama en la década de 1980, ha formado parte de gobiernos del pasado a raíz del derrocamiento de Jean-Bertrand Aristide en 2004 y posee una larga trayectoria como profesora universitaria.

Se presenta como una madre que sabe entender los problemas de sus compatriotas y capaz en el trabajo de cambiar el destino de su país. Sus detractores la tachan de conservadora y de integrar de un sistema político que ha fracasado y llevado a Haití al nivel de pobreza económica y social que lo ha convertido en un Estado fallido.

Michel Martelly, de 50 años, es todo un personaje, una estrella de la música. Conocido popularmente como Sweet Micky (Dulce Micky), dejó sus estudios universitarios para dedicarse a los ritmos del Kompas, lo que le llevó a vivir a caballo entre Haití y Florida (Estados Unidos), donde estos días se ha hecho pública la incautación de varias de sus propiedades por falta de cumplimiento de obligaciones hipotecarias.

Martelly, el candidato popular, el irreverente que en sus conciertos hasta se ha bajado los pantalones, es un novato de la política que aboga por una oportunidad para un cambio que permita crear un Haití diferente. Tiene el apoyo del famoso rapero Wycleaf Jean, al que no permitieron presentarse, pero se duda de la capacidad de Michel para llevar las riendas de un país.

El País

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