El reactor 3, el único que usa plutonio, sufre daños estructurales similares al reactor 2
La crisis nuclear en Japón parece seguir fuera de control. Los reactores 3 y 4 de la central nuclear de Fukushima Daiichi siguen siendo los que más preocupación despiertan en la planta, por la temperatura que está alcanzando el combustible nuclear gastado en las piscinas de estas unidades. Las explosiones e incendios en ambos reactores han dejado sin agua la piscina de la unidad número 4, mientras que la unidad 3 presenta daños similares a los que el martes se confirmaron en la estructura de contención del reactor 2.
"Creemos que la muralla secundaria de confinamiento ha sido destruida [en el reactor 4], que no hay más agua en las piscinas con los combustibles gastados y que los niveles de radiación son extremadamente elevados", advirtió este miércoles el director de la Comisión Regulatoria Nuclear estadounidense (NRC), Gregory Jaczko, hablando de unos daños en este reactor mucho mayores de lo que habían dicho hasta ahora las autoridades niponas.
Tales niveles de radiación dificultarán las tareas de control en toda la planta nuclear. "Sería muy difícil para los trabajadores de emergencia acercarse a los reactores. Las dosis [de radiación] podrían ser letales", dijo Jaczko en una comparecencia ante el Congreso de EEUU.
Aunque el núcleo del reactor 4 no contenía combustible nuclear (cuando se produjo el terremoto, estaba parado por tareas de mantenimiento), sí tiene combustible nuclear gastado en una piscina de refrigeración, que resultó dañada en la explosión e incendios que ha sufrido esta unidad. No ha sido posible determinar la causa de estos incendios precisamente por los elevados niveles de radiación en el lugar. "Pensamos que ha habido una explosión de hidrógeno", explicó Jaczko.
Al igual que es necesario enfriar el combustible del núcleo en los reactores que sufrieron una súbita parada con el seísmo (lo que ahora intentan los técnicos en los reactores 1, 2 y 3), las barras de combustible gastado necesitan estar cubiertas de agua para enfriarlas. Si no se enfrían, se dañan y pueden emitir sustancias radiactivas.
"Las autoridades japonesas han informado de su preocupación sobre la condición de la piscina de combustible nuclear gastado en las unidades 3 y 4 de Fukushima Daiichi", había explicado unas horas antes el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA).
Los nuevos problemas
Los reactores 3 y 4 han sido los que han sufrido nuevos problemas en las últimas horas. A las 5:45 de este miércoles (las 21:45 del martes, en la Península) se declaró un nuevo incendio en el reactor 4. La compañía eléctrica que gestiona la central, Tepco, ha reconocido que su estado es "crítico". Sólo unas horas después (a las 8:34 en Japón, las 0:34 en la Península), comenzaba a salir humo blanco del edificio del reactor 3, el único de la planta en el que se utiliza plutonio, mucho más nocivo que el uranio.
Las autoridades niponas han reconocido que el reactor 3 -la "prioridad", según Tepco- ha sufrido daños en su recinto primario de contención (la estructura de acero y hormigón para evitar una fuga radiactiva) y parece estar liberando vapor radiactivo.
El director general del OIEA, Yukiya Amano, ha dicho que su organismo no ha visto por ahora signos de emisiones de plutonio en el reactor. "El plutonio no es una inquietud en este momento".
El ministro portavoz, Yukio Edano, reconoció esta mañana que estaban considerando que esta unidad podía haber sufrido un fallo similar al del reactor 2 (que sufrió una explosión en la madrugada del martes), donde resultó dañada la estructura primaria de contención y, posiblemente, también la vasija del reactor. Lo prioritario, dijo Edano, es controlar las labores de refrigeración.
Refrigeración
"Verter agua en las piscinas [de combustible nuclear gastado] de los reactores número 3 y número 4 es una alta prioridad", declaró en una conferencia de prensa Hidehiko Nishiyama, funcionario de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón.
Sin embargo, la tarea de refrigeración se está mostrando harto difícil. Los altos niveles de radiación obligaron este miércoles a retirar brevemente a los trabajadores de Fukushima (actualmente, 180 siguen trabajando en la central). Además, impidieron que un helicóptero volara hasta la zona para lanzar agua sobre el reactor número 3 y así intentar enfriar sus barras de combustible.
Los trabajadores intentaban también este miércoles limpiar de escombros la zona para construir un camino para que los camiones de bomberos pudieran llegar al reactor número 4 del complejo.
En una señal de desesperación, las autoridades se disponen a arrojar agua mediante cañones (utilizados habitualmente para dispersar manifestaciones) sobre la unidad 4 y posiblemente también sobre la 3, según el comunicado del organismo de Naciones Unidas.
Daños en el núcleo de tres reactores
"En las próximas horas habrá nuevos eventos catastróficos, que podrían presentar una amenaza a las vidas de las personas en la isla", advirtió este miércoles el comisario de energía de la Unión Europea, Guenther Oettinger, al Parlamento Europeo.
Oettinger indicó que el sitio nuclear estaba "efectivamente fuera de control". El comisario ya dijo este martes que la situación en la central es "apocalíptica".
"Todavía no hay pánico, pero Tokio, con 35 millones de personas, es la mayor metrópolis en el mundo", advirtió. Al ser consultada, su portavoz señaló que sus predicciones de la catástrofe para las próximas horas no estaban basadas en una información privilegiada específica.
También el director general del OIEA se ha mostrado inquieto por una situación que calificó de "muy grave", si bien consideró que "no es el momento de decir que las cosas están fuera de control", cuando fue preguntado por las declaraciones de Oettinger. "Los operadores están haciendo todo lo posible para restaurar la seguridad del reactor", añadió Amano.
Según dijo, se han confirmado daños en los núcleos de tres reactores. En los tres reactores que estaban en funcionamiento cuando se produjo el terremoto (el 1, 2 y 3) el núcleo sigue parcialmente descubierto, es decir, las barras de combustible no están totalmente cubiertas de agua y, por tanto, se están calentando. En caso de que no consiga bajarse su temperatura, puede producirse la fusión del núcleo.
Según Amano, el agua está a un nivel que deja dos metros de las barras de combustible (que miden casi cuatro metros) expuestas. El responsable del OIEA anunció además que viajará a Japón lo antes posible para evaluar la situación, pues necesita más información de las autoridades niponas, que hasta ahora han comunicado los problemas de la central con cuentagotas.
Sucesión de incendios y explosiones
Desde que el pasado viernes Japón se vio sacudido por un devastador terremoto, las explosiones e incendios se han sucedido en la central de Fukushima Daiichi. Al día siguiente del seísmo, se produjo la primera explosión en la planta, en su reactor número 1 (el primero que mostró problemas de calentamiento y elevada presión), que aparentemente sólo produjo daños en el edificio.
La madrugada del domingo al lunes, fue el reactor número 3 el que registró una explosión de hidrógeno. Hace dos noches, el reactor número 2 sufrió una nueva explosión (a las 6:10 del martes en Japón, 22:10 horas del lunes en la Península). Unos minutos después, registraba una explosión en el número 4 y, tres horas después, se declaraba un incendio en este edificio. Esta noche, han sido de nuevo los reactores 3 y 4 los que han mostrado problemas.
En el caso del reactor 2, los daños parecen especialmente importantes. Según reconocieron este martes las autoridades niponas al OIEA, la estructura primaria de contención (una estructura de acero y hormigón preparada para frenar una posible fuga radiactiva) se vio dañada y es posible que también haya daños en la vasija del reactor.
Tomada de : www.elmundo.es/
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