Bahía de las Águilas, un paraíso cristalino - Campesino Digital

Notas:

domingo, 20 de marzo de 2016

Bahía de las Águilas, un paraíso cristalino


En la provincia Pedernales se encuentra uno de los lugares más hermosos con que cuenta la República Dominicana, donde las arenas y el mar convierten la zona en un escenario paradisíaco. Ese lugar se llama Bahía de las Águilas.Esta playa, considerada como la más cristalina del mundo, es una de las áreas protegidas con que cuenta el país. Tiene una extensión de unos 7 kilómetros de largo y abarca desde Punta Chimanche hasta Punta de Águila, localizada en la zona Sur de la isla.

En el lugar habita una gran cantidad de especies, de las cuales varias se encuentran en peligro de extinción, también allí tienen su hábitat gran número de ejemplares de la tortuga carey, manatíes e iguanas verdes.

Visitar Bahía de las Águilas constituye una aventura interesante, donde, además de disfrutar de una hermosa playa blanca se puede apreciar una extensa área rocosa, así como otros elementos que proporciona la madre naturaleza. Las plantas propias del lugar son unos de ellos, al igual que los bosques secos y arenas rojizas, lo que se comienza a observar unos kilómetros antes de llegar al emblemático lugar por el que tanto luchó la sociedad dominicana y que, finalmente, logró recuperar.

Una de las vías de acceso para llegar a esta encantadora zona, es tomando la vía que va desde Barahona hasta Pedernales. Pocos kilómetros antes de llegar a esta provincia se debe hacer un giro a la izquierda hasta el poblado de Cabo Rojo, pero hay que tomar en cuenta que allí no se permite el paso de vehículos de fuerte tracción.

Al visitar Bahía de las Águilas, también podemos realizar un recorrido marítimo para observar las hermosas cuevas que la adornan.

Bahía de las Águilas forma parte del Parque Nacional Jaragua, el cual fue declarado Parque Nacional el 11 de agosto de 1983, mediante el decreto 1315, y, a su vez, pertenece a la Reserva de la Biosfera Jaragua, Bahoruco, región Enriquillo, que es la única establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el país.

A pesar de que este parque es un área emblemática de gran trascendencia a nivel internacional, debido a la calidad de sus recursos naturales y culturales y el excelente estado de conservación que posee, pocas personas lo visitan.

Características de la Laguna de Oviedo

Otro parada que es casi obligatoria cuando se visita la provincia Pedernales, es la Laguna de Oviedo, que también forma parte del Parque Nacional Jaragua.
Esta es la segunda laguna de agua salada más grande con la que cuenta la República Dominicana. La misma posee una extensión de 27 kilómetros cuadrados de superficie, con un largo de tres kilómetros y su profundidad promedio es de metro y medio.

Su superficie se caracteriza por poseer un aspecto lechoso y en el fondo tiene un concentrado arenoso-limoso, con presencia de otros minerales, restos de algas y de moluscos marinos.

La laguna cuenta con alrededor 60 especies, dentro de las que se encuentran aves como flamenco, garzas , gallaretas, y un pez llamado Cyprinodon Nicholsi, entre otras. De acuerdo a declaraciones del guía turístico, Euri González, se pueden observar dos tipos de iguanas: la “rinoceronte” y la “ricord”.

Como parte de los atractivos que podemos encontrar allí están “El Paseo de los Flamencos”, “El Cayo de las Iguanas” y “Las Caritas de El Guanal”, entre otros.
A pesar de poseer toda esta belleza natural, aquí también la cantidad de personas que visitan el lugar es muy baja en la actualidad.

Solo alrededor de 200 personas acuden mensualmente a la laguna, de acuerdo con González, quien llama a visitar este hermoso lugar.

Normas

El Ministerio de Medio Ambiente ha establecido algunas normas de comportamiento que deben mantener las personas que visiten estas áreas protegidas con que cuenta la República Dominicana, dentro de las que figuran que la basura que generen los visitantes no se puede dejar en el lugar; tampoco se debe sacar nada de lo que haya allí; solo está permitido hacerse fotografías. Además, no se permite alimentar los animales que habitan allí, ni rallar las cuevas ni paredes ni asustar los animales, entre otras.


Tomado de elcaribe.com.do

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