La selección dominicana de baloncesto masculino de mayores tiene su próximo compromiso internacional para el mes de junio de 2016 (20-26), cuando habrá de celebrarse el torneo de Centrobasket en la ciudad de Panamá, el cual definirá los equipos que formarán los grupos de la División A de las Américas que competirán bajo el nuevo formato clasificatorio de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), en busca de la clasificación para el Torneo Mundial del año 2019 y los Juegos Olímpicos del 2020.
En las próximas semanas cercanas al referido torneo, la FEDOMBAL habrá de convocar el grupo de jugadores que formarán parte de la preselección dominicana, y al mismo tiempo deberá designar el entrenador que estará encargado de dirigir la selección, ambas decisiones habrán de enviarnos una idea clara de por donde anda la FEDOMBAL en cuanto a tener o no un plan definido sobre lo que debe ser nuestra participación en el próximo ciclo de competición.
Los equipos que nos han representados en los últimos torneos de baloncesto internacional, con raras excepciones como es el caso de Karl Anthony Towns y la participación difusa de algunos jóvenes en el último panamericano, han estado formados por el mismo núcleo de jugadores que nos han representado en los últimos 10 años, dejando siempre a un lado el tan esperado relevo generacional necesario para la renovación del seleccionado, con el cual poder estar en condiciones para competir en un alto nivel en el próximo ciclo mundialista y olímpico, frente a selecciones de tradición y calidad como las de Argentina, Canadá, Brasil, Puerto Rico y las ascendiente Venezuela y México.
En esta ocasión el relevo generacional debe ser inevitable si se pretende trabajar con miras a lograr la clasificación del equipo tanto al Mundial 2019, como a los Juegos Olímpicos del 2020, toda vez que la mayoría de los jugadores veteranos ya han logrado su tope como atletas, y por un proceso natural del tiempo, verán declinadas y limitadas sus habilidades físicas y atléticas en los próximos años, por lo que incluyendoles para este próximo torneo de Centrobasket se perdería con ello nueva vez la ocasión de brindarles oportunidad de juego a los jugadores jóvenes que deberán ser el soporte de nuestra selección en los próximos dos ciclos y los cuales a nivel técnico y atlético están muy por encima de la mayoría de los jugadores de los países que participarán en dicho torneo.
Actualmente el país cuenta con una gran camada de jóvenes que podrían representar dignamente al país en dicho evento, y lograr el objetivo de clasificarnos a la División A de las Américas bajo el nuevo esquema clasificatorio del la FIBA, pero además ese núcleo de jugadores deben ser los pilares en las futuras representaciones del próximo ciclo olímpico, con gran proyección de ser exitosas, dentro de este grupo de jóvenes podemos citar a los jugadores Ángel Delgado, Nehemías Morillo, Adonis Henríquez, Andrés Feliz, Miguel Dicent, Ángel Núñez, Brandone Francis, Jerry Flores, Rigoberto Mendoza, Joel Hernández, Oscar Cabrera, Orlando Sánchez, Jhonatan Araujo, Jeromy Frink, Juan José García, Ronald Roberts, Eloy Vargas, Dagoberto Peña, Luis Montero, Karl Anthony Towns, entre otros jugadores noveles que actualmente se encuentra en el sistema de baloncesto colegial y universitario de los Estados Unidos que durante ese tiempo demuestre tener calidad suficiente como para ser convocados y formar parte del equipo. A este grupo de jugadores se les deberían unir los veteranos Al Horford, Charlie Villanueva (nacionalizado), Eulis Báez y Edgar Sosa.
En cuanto a el entrenador lo preferible debe ser que FEDOMBAL o la gerencia encargada de manejar el equipo decida contratar un técnico con calidad internacional y vasta experiencia FIBA, pero que además esa persona sea el mismo técnico que dirija el equipo durante el próximo ciclo olímpico que culmina en el 2020, de manera que ese núcleo de jugadores adopte una filosofía y sistema de juego en conjunto definido el cual que nos permita lograr finalmente la clasificación tanto al Mundial 2019, como a los juegos olímpicos del 2020. Para Centrobasket 2016, debemos dejar de lado las improvisaciones que caracterizaron nuestra participaciones en el ultimo año (2015), donde para cada torneo hubo un equipo y un coach distinto, demostrando de esta forma que no existió unión de criterio ni un plan de trabajo definido a mediano ni a largo plazo con relación a nuestra selección de baloncesto masculina de mayores.
FEDOMBAL tiene una excelente oportunidad de enfrentar exitosamente el reto que representa para nuestra selección masculina de mayores el próximo ciclo olímpico que se inicia con el torneo de Centrobasket, y no dudamos que de lograr aglutinar los referidos jugadores con una correcta dirección técnica, seguramente nos colocarán nueva vez en primera plana del baloncesto internacional y seguramente por primera vez en unos Juegos Olímpicos, adelante Dominicana !!!!
Roberto Gonzalez // www.dominicanosenbasket.com
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