La embestida imperial y el efecto dominó en Latinoamérica - Campesino Digital

Notas:

martes, 6 de septiembre de 2016

La embestida imperial y el efecto dominó en Latinoamérica


A principio de la década de los 90s del siglo pasado  el ascenso al poder  en el año 1992 de Hugo Rafael Chávez Frías en la hoy República Bolivariana de Venezuela marca el comienzo de unas series de cambios sociales y políticos impactante para  América Latina y el Caribe.

Surge en la región la corriente de los gobernantes progresistas que preconizan políticas sociales amplias y, en el orden económico, anti neoliberales. Defienden y buscan el desarrollo de la sociedad  en el aspecto económico, social, científico y cultural. El intercambio y la cooperación entre los pueblos

Luchan por  cambiar  la representación por la participación de  los pueblos en los escenarios políticos y sociales, cambiar la situación de miseria  y la exclusión social. Propugnan para que los pueblos sean actores de su propio drama.

Cabe citar entre los selectos presidentes latinoamericanos, que han establecido un antes y un después en Latinoamérica, Luis Ignacio Lula Da Silva, Dilma Rousseff, el indígena Evo Morales Ayma, Rafael Correa, Nicolás Maduro y el primer ministro de San Vicente y Las Granadinas Ralph Gonsalves, entre otros presidentes del progreso en la región.

Ellos, con el impulso de la integración económica y política de América Latina, enarbolan las ideas integracionistas y antiimperialistas de Simón Bolívar Y José Martí. Ejemplos, la Alternativa Bolivariana para América (ALBA) que es un bloque comercial para el intercambio y la cooperación entre los pueblos, que lucha contra la pobreza y la exclusión, y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) una asociación que trabaja para  la integración política, social, económica y cultural de América Latina y el Caribe.

Bajo esos preceptos la región avanza en políticas que señalan el sendero del progreso. No hay otra alternativa.

Así las cosas, el ejemplo cumbre de gestión de estos gobernantes lo implementa el Partido de los trabajadores (PT) en Brasil, organización política que llevo al poder Lula Da Silva, y Dilma Rousseff.

A la llegada de Lula en 2002 a dirigir el país de mayor economía de Latinoamérica, esta era una nación endeudada internacionalmente,  sometida a los dictados del Fondo Monetario Internacional (FMI) y obligado su gobierno, a mutilar inversiones, empleos y programas sociales para cumplir las metas del  Fondo Monetario Internacional.

En medio de  este panorama económico es que el presidente brasileño toma la decisión histórica de liquidar la deuda con el FMI. Entonces comienza una nueva época en Brasil de grandes repercusiones económicas y sociales. Salen millones de la pobreza, incrementa la producción y las exportaciones, entre otras conquistas y avances.

El gigante de Latinoamérica crece de tal magnitud que se convierte en  la segunda economía de América y una de las principales del planeta. De deudor, Brasil, se convierte en acreedor del Fondo Monetario internacional.

Y no solo eso, se inserta en grande en la geopolítica planetaria.

 Sin embargo ­­­ ¿Q­ue está sucediendo con los gobernantes como él en  Latinoamérica?

Fuerzas retrogradas internas y externas aúnan esfuerzos para  desestabilizar esos regímenes democráticos legalmente constituidos.

En efecto, el consorcio Político Militar Industrial internacional ha decretado una ofensiva mediática, política y económica contra los pueblos y gobernantes del cambio en Latinoamérica para socavar las solidas bases estructurales del movimiento progresista en la región  y de esta manera crear las condiciones de crisis económica, sociales y política para derrocar por la vía que sea a estos presidentes.

¿Qué es lo quieren? ¿Seguir saqueando las riquezas producida por nuestros pueblos? No, no se permitirá, porque los pueblos y sus presidentes se resisten.


La respuesta es solidaridad entre pueblos y, gobernantes. Movilización.


ISMAEL BATISTA

El autor es medico cardiólogo. Reside en Barahona
dribatista@hotmail.com