SAN JUAN DE LA MAGUANA.-El obispo de la diócesis de esta provincia, monseñor José Dolores Grullón Estrella, advirtió que la actual cárcel pública es una “bomba que podría explosionar en cualquier momento y dejar graves secuelas de muertos y heridos”.
Grullón Estrella dijo que la cárcel que opera en la fortaleza José María Cabral, sede de la tercera brigada del Ejercito, fue construida hace poco menos de 50 años para alojar a 150 presos, pero en la actualidad tiene 800, completamente hacinados, uno encima del otro, sin los más elementales servicios.
“Me queda ya poco tiempo en esta diócesis como obispo, porque estoy cumpliendo la edad reglamentaria, 75 años, pero no quiero irme de aquí sin antes ver construida una nueva cárcel, tenemos los terrenos, solo falta que el Gobierno disponga de los fondos necesarios, esos presos, cometieron delitos, pero son seres humanos que podemos rehabilitarlos, yo creo en eso”, precisó el también presidente de la Fundación para el Desarrollo de Azua, San Juan y Elías Piña (Fundasep).
Manifestó el obispo Grullón Estrella, que el hacinamiento que existe en la cárcel de esta ciudad constituye una seria amenaza de que se produzca en cualquier momento una desgracia de consecuencias catastróficas, con decenas de posibles muertos y heridos.
Recordó lo ocurrido hace más de 5 años, cuando se produjo un amotinamiento, encerraron con candados a por lo menos 10 presos en varias cerdas y las incendiaron, muriendo unos siete reclusos.
La máxima autoridad católica del suroeste, José Dolores Grullón Estrella, teme que también se puede intentar una fuga masiva de reclusos por el hacinamiento en que viven, obligando a los militares que los custodian a hacer uso de sus armas para evitarlo.
Un apunte
Promesa
Hace unos años que la Procuraduría General de la República anunció la construcción de una cárcel en el distrito municipal de Pedro Corto, en la finca donde Quirino Ernesto Paulino Castillo, en su tiempo de apogeo, instaló la estancia ganadera llamada Berki Elizabeth.
fuente lavozdesanjuan.com
