El efecto placebo en el periodismo - Campesino Digital

Notas:

domingo, 13 de noviembre de 2016

El efecto placebo en el periodismo


El placebo es una sustancia que carece de toda acción curativa, pero que tiene un efecto de sanación en el individuo. La persona “enferma” se toma el remedio, creyendo que es un medicamento eficaz. Tiene aspectos, gustos y formas de un medicamento real, pero no posee las propiedades activas para la cura como uno normal.

Hay pacientes hipocondríacos, que siempre tienen enfermedades catastróficas, entonces se les receta placebos, “medicamento” que provoca una “mejoría”.

Ese mismo efecto placebo, que es usado por los doctores con sus pacientes que no salen de un dolor de cabeza o que están afectados de zika virus, que en realidad no padecen nada, ocurre en el periodismo.

Resulta que hábilmente, sobre todo, en el periodismo de pueblo, alcaldes, gobernadores, directores de instituciones  y comandantes policiales, usan el efecto placebo en los profesionales del periodismo para calmarle el “dolor” o el olfato periodístico que se tiene en determinados contextos.

Con ese efecto placebo buscan poner a tus propios compañeros en contra y a una parte de la sociedad. Crea espejismos abstractos que no responde a la realidad concreta.

Es, en ese contexto, que la comunicación y el periodismo juegan un papel fundamental para saber cuándo hay un interés oculto en el mensaje. Quienes conocen de semiótica y leído al padre de esta, el italiano Humberto Eco (fallecido), saben de qué se trata. Crear en el periodista y el consciente social, influyendo con un discurso solapado, en las expectativas del conjunto de la sociedad.

Hay estudios variados sobre cómo se puede influir en el individuo desde un lenguaje no verbal, pero que comunica, pero que a todas luces se trata de una expectativa provocada e inducida. Muchos callan para lograrlo.

Los periodistas debemos estar claros que los políticos son campeones utilizando el efecto placebo y cuando son muy populares usan estrategias muy efectivas: solidarizarse con causas populares y la asociatividad con cualquiera que tenga los atributos que ellos necesitan para seguir avanzando. El único fin es mejor su propia imagen usando a los otros.

Resulta que hábilmente, sobre todo, en el periodismo de pueblo, alcaldes, gobernadores, directores de instituciones  y comandantes policiales, usan el efecto placebo en los profesionales del periodismo para calmarle el “dolor” o el olfato periodístico que se tiene en determinados contextos.

Con ese efecto placebo buscan poner a tus propios compañeros en contra y a una parte de la sociedad. Crea espejismos abstractos que no responde a la realidad concreta.

Es, en ese contexto, que la comunicación y el periodismo juegan un papel fundamental para saber cuándo hay un interés oculto en el mensaje. Quienes conocen de semiótica y leído al padre de esta, el italiano Humberto Eco (fallecido), saben de qué se trata. Crear en el periodista y el consciente social, influyendo con un discurso solapado, en las expectativas del conjunto de la sociedad.

Hay estudios variados sobre cómo se puede influir en el individuo desde un lenguaje no verbal, pero que comunica, pero que a todas luces se trata de una expectativa provocada e inducida. Muchos callan para lograrlo.

Los periodistas debemos estar claros que los políticos son campeones utilizando el efecto placebo y cuando son muy populares usan estrategias muy efectivas: solidarizarse con causas populares y la asociatividad con cualquiera que tenga los atributos que ellos necesitan para seguir avanzando. El único fin es mejor su propia imagen usando a los otros.

El autor es periodista, egresado de la Escuela de Comunicación de la UASD, Instituto Internacional de Periodismo José Martí
 y secretario general del CDP en Barahona