Corría el año 1998, las ardientes calles de capital Dominicana emanaban vapor cual caldera del diablo, así lo demostraba el sudor que empapaba la calva y la corbata de quien seria el protagonista del día.
El, clavaba su mirada desafiante al jefe policial del momento, con el desden que solo da el poder, mas cuando se trata de un poder único, como lo es la presidencia del senado.
Las masas del partido blanco se arengaban detrás de su Mesías calvo esperando el comando de ataque para la toma de su “Moncada”, el edificio de la Liga Municipal Dominicana.
Según subía el calor de las doce meridiano, así subían los ánimos hasta que “poco pelo” soltó el trabucazo: ENTREN TO’ COÑO!, grito el senador, gabiandose a una verja metálica la cual intento saltar, solo para ser vencido por Su edad y el peso de sus nalgas.
Casi 20 años después, otro presidente ha hecho la misma proclama, pero no como el otro, este si lleva acabo su objetivo, la Haitianizacion de nuestra republica!
Ayer, el presidente Dominicano Danilo Medina, nuevamente ha caído de rodillas ante la presión internacional dirigida por la OEA de Almagro y sus Haitianos Tontonmacues, al extender por segunda vez la fecha limite para que los millones de ilegales afrancesados puedan completar su proceso de regularización, esto sin tener en cuenta que a dos años de esta divina comedia solo tres mil tienen han cumplido con los requisitos y los demás no podrán hacerlo, saben porque?
Ellos no tienen identidad en Haití, pues en allí no hay mecanismos establecidos para declarar a una persona cuando nace, entonces de que sirve una extensión sino tienen nada nuevo que enseñar o declarar?
Muy al contrario al patriota alcalde de Santiago, el Pedro Santana de San Juan De La Maguana ha ignorado el mandato del Tribunal Constitucional y su sentencia que define la ciudadanía, ha irrespetado el sacrificio de Duarte, Sánchez, Mella y sobre todo el de Trujillo, el ultimo presidente con pantalones y material colgante para hacer lo que fuese necesario por la patria.
Le a dado la espalda a cada pobre Dominicano el cual hoy sus servicios médicos, escolares, laborales, sociales y culturales sufren por el desmedido amor que sienten sus rodillas por el suelo y simultanemente el de sus manos por la cintura del Haitiano invasor.
Este tema ya ha sido discutido hasta mas no poder, debemos admitir que la culpa no es de ellos, somos nosotros los culpables, exijámosle a nuestro líder que acabe con este show de mal gusto, que elimine las trabas migratorias, que abra y retire los guardias de la frontera y que…………..ENTREN TO’ COÑO!
Carlos J. Díaz Gómez
Secretario General Del Instituto Duartiano
Filial Washington D.C...
