HONDURAS. En Tegucigalpa, Honduras, miles de personas que se lanzaron a las calles la tarde de este jueves, en rechazo al "fraude electoral" contra la candidatura de Salvador Nasrala, enfrentandose a una muy fuerte represión de la policía militar que les dispara bombas lacrimógenas, balas y macanazos.
En la noche de este jueves, Juan Barahona, un dirigente de la Alianza Opositora, informó desde las dos de la tarde se mantiene tomada, con hileras de neumáticos incendiadas, la carretera Panamericana que comunica al sur.
Las protestas de calle también tienen lugar en otras ciudades del país, principalmente en San Pedro Sula, la segunda capital, al Norte, ciudad que aporta el 62% del Producto Interno Bruto de Honduras.
Desde Tegucigalpa, la carretera hacia esa ciudad norteña, también fue bloqueada.
EL CONTEO DE LOS VOTOS.
Salvador Nasralla y Luis Selaya, dos de los tres principales candidatos presidenciales, aseguran con actas en manos que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, no fue el real ganador de las elecciones del domingo 26 de noviembre.
Exigen una revisión del cien por ciento de las actas, confrontándolas con las que recibieron los partidos políticos de los colegios electorales.
Este último planteamiento parecería convencer a las misiones de observadores internacionales de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y otros organismos, que llamaron esta tarde a que el Tribunal Superior Electoral evite declarar un ganador sin antes contar todos los votos y acceder al pedido de revisión de actas que plantea la oposición.
El lunes, con el 68% de las actas computadas, Honduras y el mundo dieron por hecho que el ganador había sido Nasralla, cuando reflejaba el 45% de los sufragios sobre un 40% de Hernández, pero tras una paralización en la transmisión de los datos, el primero aparece en situación de decrecimiento y el segundo en crecimiento hasta en la actualidad.
La tarde de este jueves, el Tribunal Electoral informó que Juan Hernández tiene 1,309,188 votos (42.92%) y Salvador Nasralla, 1,263,757 (41.43%).
El nuevo cuadro llevó a la Alianza de la Oposición a llamar a las calles al pueblo, advirtiendo que no van a reconocer resultados arbitrarios en perjuicio de la voluntad popular expresada en las urnas.
