Cuando fuimos seleccionado para dirigir la Oficina Regional IV del SeNaSa en el año 2002, nos tocó la responsabilidad de ubicar un local en el cual los afiliados al Seguro Familiar de Salud recibieran atención oportuna, de calidad y con buena accesibilidad.
Nuestra primera opción fue la residencia que figura vecina por el lado oeste al Hospital Regional Jaime Mota, en donde funciona actualmente el Centro de Diabetología. Aunque este local reunía los espacios adecuados, tenía un alto grado de deterioro en su estructura física lo que nos obligó a descartarlo, dada la urgente necesidad institucional.
Intentamos luego, sin éxito, alquilar la residencia de la familia del comerciante Ramón Jabib, contigua a la bomba Texaco de la entrada oeste a Barahona, y donde funcionó hasta hace poco la Dirección Provincial de Salud.
Finalmente logramos obtener en octubre 2002, en arrendamiento anual, el local en el cual ha permanecido funcionando permanentemente la Oficina Regional del Seguro Nacional de Salud (SeNaSa), hasta ese momento la única del País y la que recibió a inicios del año 2003 a los primeros 37,500 afiliados, todos del régimen subsidiado y exclusivamente pertenecientes a las provincias Bahoruco y Barahona.
Desde sus inicios el SeNaSa ha demostrado que desde el Estado las cosas pueden funcionar adecuadamente, brindando servicios a sus usuarios con un personal altamente capacitado, sensibilizado y comprometido con brindar atenciones con calidad y trato humano.
Gracias a Dios, y a la perseverancia de lucha de los diferentes equipos directivos, ya el local es propio, ha sido remodelado totalmente, y mantiene una impecable imagen y mantenimiento de sus infraestructuras físicas y áreas verdes. Es un modelo a imitar para otras instituciones estatales.
El autor es médico nativo de El Peñón
