El truco fue realizar improvisadas reuniones en la Gobernación, luego de ponerse de acuerdo, llevar un par maquinarias y camiones propiedad de algunos "compañeritos del PLD" y beneficiados del gobierno a la playa e inmediato pedirle a unas cuantas bocinas y buscavidas de la "Prensa negra" que reportaran en sus letrinas informativas esos trabajos como algo extraordinario y digno de felicitación.
Como no tenían un plan para resolver el problema y descubriendo más tarde que aquello no era una paja de coco, terminaron todos tomando las de Villadiego y desentenderse del problema.
Ahora me dicen que le están suplicando a Carlos Garcia que los ayude a salir del toyo hediondo en que se metieron.
Por David Barahonero
