Fuente Ecos del Sur
POR: ALEJANDRO SANTANA
Desde que se comenzó a construir la Ciudad Universitaria en Barahona, surgieron voces que clamaron que esa majestuosa obra, llevara el nombre de ese ilustre munícipe barahonero, Don Antonio Méndez, un profesional con grandes meritos morales, intelectuales, humanos, samaritano y hombre de negocio.
No fue de los que salieron corriendo a comprar tierras por los lugares donde se decía que comenzaría a construirse un proyecto desarrollista, para luego vendérsela al Estado, consiguiendo grandes ganancias, o simplemente, estancando ese, proyecto, como han hecho falsos municipe y seudos hijos del pueblo.
Solo extendió su mano para saludar a un amigo, o para aportar a las causas nobles, a los necesitados y nunca le pasó facturas a sus acciones, pero tan poco hizo nada para que se le rindieran honores.
Tubo la oportunidad de aspirar a cualquier puesto electivo, o conseguir ser nombrado en cualquier ministerio, pero nada de eso le interesó, entendió que si lo aceptaba se alejaría de otros que tenían grandes necesidades.
Fue un fiel creyente de Jesús Cristo y de las ideas revolucionarias, creyó en el cambio, en la revolución, en las transformaciones sociales, vivió dolido de las desigualdades que desde el Estado se ejecutan, por esto siempre fue un empedernido militante samaritano.
Personas como el, trascienden el entorno familiar y su figura se convierte en símbolo a seguir y pasa a ser propiedad de la sociedad que es la que empieza a reclamar que su memora sea mantenida en alto, y sea inmortalizada como solo ocurre con los grandes hombres de la historia y esos grandes hombres no nacen todos los días.
Por eso es que lejos de la mezquindad que arropa a muchos fanáticos partidaristas, lejos de las manifestaciones oportunistas, es que los más sanos hijos de este pueblo se han levantado a favor de la justicia y en contra de las canalladas y aunque no se rectifique, solicitaremos medio millón de firmas para don Antonio Méndez.
Medio millón de firmas como protesta porque una vez más han decidido por nosotros sin consultarnos, nos han burlado y queremos que quede constancia, de que aunque oficialmente la ciudad Universitaria se llame como han querido. NOSOTROS LA LLAMAREMOS, CIUDAD UNIVERSITARIA, DOCTOR, ANTONIO MENDEZ.
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