Por Fermín Cuevas.-
Barahona.- El obispo de esta ciudad puso en la mano de Dios, la situación grave del lago Enriquillo, a todos los agricultores que han perdido su tierra, sus conucos, sus sembrados, ganados, quienes han perdido el sustento de sus familias.
Rafael Felipe Núñez también puso en la mano de Dios la comunidad de boca de cachón, y toda esa parte amenazada fuertemente por la inundación del lago Enriquillo.
Pidió al Todopoderoso que los responsables que tiene que intervenir, tengan la capacidad y la responsabilidad, para hacer lo que les corresponde en defensa de la vida y de los habitantes de esa zona de boca de cachón y toda la parte afectada.
Hizo un llamado a la solidaridad, amor, y el interés de unos con los otros ayudarnos fraternalmente unos a otros.
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