Por: PABLO POLANCO
Aunque con honrrosas excepciones, se ha hecho evidente el comportamiento troglodita y delincuencial; exhibido por agentes de la policía nacional y la Dirección general de servicios de transporte técnico terrestre DIGESET. Pues, a partir del atropello de que en la tarde del lunes 11 de abril; fuera objeto el defensor del pueblo Lic. Pablo Ulloa, conjuntamente con periodistas que cubrían las incidencias de la visita de Ulloa al Canódromo. Donde éste acudió a realizar una revisión respecto al procedimiento utilizado por la DIGESETT, en las retenciones de vehículos y motores. Ésta ituación ha puesto de manifiesto serias irregularidades, que van desde violación de la ley, sustracción, extorsión, apropiación, chantaje, agresión, y daños a la propiedad.
El temerario comportamiento de los efectivos de la policía nacional durante los operativos que realizan, así como los agentes de la DIGESETT tienen a la ciudadanía en un Estado de desesperación e impotencia. Toda vez que, al momento en que le son retenidos sus vehículos o motores, no obstante el ciudadano esté en regla; es decir que éste posea toda la documentación requerida; termina siéndole aplicada una contravención. Puesto que el fin primordial de los agentes de la institución que rige el transporte terrestre no es otro que; cumplir a como de lugar con una meta diaria de reportar un número equis de contravenciones asignadas. De ahí que a un mismo ciudadano le aparezcan aplicadas 8 y hasta 15 contravenciones en el sistema.
Resulta que, la odisea de los ciudadanos a quienes les son retenido sus vehículos por parte de la DIGESETT; si bien comienza con la retención de los motores o de los vehículos; normalmente no termina en que el ciudadano sea multado; sino que además de ello deberá incurrir en gastos posteriores debido a que, casi siempre a los vehículos y motores le son ocasionado daños importantes, cuando no, les son sustraídas piezas de valor a dichos vehículos durante el tiempo que permanecen en el canódromo,cuando sea en la capital, o ya sea en los parques de retención de las direcciones de la DIGESETT en el interior del país.
Lo que más alarma nos ha ocasionado son las tantisimas irregularidades, que como era de esperarse se ocultan en el Canódromo tales como: Múltiples contravenciones, pago doble para el retiro de vehículos, extorsiones por parte de agentes policiales, sustracción de motores, asi como la alteración del estado de los vehículos.
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