Es irrefutable la fuerza del llamado cuarto poder, la prensa. Un medio antes solo manejado por un a elite intelectual, ahora con el desarrollo de la tecnología y el Internet, es de dominio publico, de los periódicos salieron los periodistas de la comunicación, los comunicadores.
Estos últimos, se diferencian de los primeros en que no se les exige un certificado de conocimiento adquirido en las aulas, muchos van compran una computadora, una camarita digital y a tomar fotos, a plagiar a otros, los mas descarados usan el malvado copy-paste y a bloggiar sea dicho.
Para ser justos esta es la minoría, pues gracias a estos comunicadores, la verdad es mas difícil de ocultar, hoy un cuidadano común, en un instante se convierte en un foto-reportero. Como qualquier otro poder, este tambien emborracha y nos hace olvidar cual era nuestra mision cuando empezamos a comunicar.
Una vez en estos medios conocí a un barahonero, este era muy agradable, su blog nos recordaba día a día lo bello de nuestra patria chica, nos torturaba día a día con unas fotos de comida criolla, aquello era fabuloso. Al parecer nuestro amigo según fue pasando el tiempo su blog fue ganando auge, lo mismo le pasaba a su ego, ya se convertía en grocero, su blog es un dime y direte, con palabras fuertes y fuera de base, lo increíble es que solo el las profiere, se ha convertido en una especie de rambo cibernético, tiene el síndrome de nuria.
Al escribir estas letras el ego de este barahonero esta tres veces mas alto que el de su blog pueblerino, ha perdido su norte, ojala lo encuentre, pues nos hace falta tenerlo de regreso.
En días pasado escuchaba a una de las comunicadoras mas preparadas académicamente que tiene este país, la chica tiene tres títulos universitarios, el ultimo en leyes. Anabel Alberto comentaba en una sección de opinión, o mejor dicho denunciaba en este segmento a una sala de emergencias de una de las clínicas mas prestigiosas del país, la clínica Abreu. Ella se quejaba de que fue a ese lugar con una migraña, algo que es comun en ella, y que alli habia ena señora en una silla de ruedas que se paseaba de un lugar a otro, gente hablando, otros haciendo bulla, etc....
Que pretendía ella que esa sala de emergencia dejara de ser lo por que ella estaba allí, que la gente no se quejara de su dolor, que no hubiese los conflictos propios de una sala de EMERGENCIAS? pero por dios.
Entonces la reflexión obligatoria, estamos nosotros, la gente común listos para ser comunicadores en masa? aplica el dicho de zapatero a sus zapatos?
La verdad es que yo no se, esa es mi respuesta, algo si se, espero nunca convertirme en lo que hoy critico, como le paso a mi amigo, el barahonero.
CARLOS J. DIAZ GOMEZ
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