Santo Domingo, RD.- El Frente Amplio de Lucha Popular, FALPO, existe. Está estrechamente ligado a los sectores populares. Una organización político social que trabaja en la comunidad para ayudar a resolver sus problemas fundamentales.
El Falpo tiene su radio de acción en los barrios, en casi toda la geografía nacional. Sus dirigentes, militantes y simpatizantes provienen del mismo seno de la población: nacido y criado en la zona. De ahí el profundo respeto y cariño que goza esa organización político social barrial.
Los únicos que se han levantado militantemente por mejores condiciones de vida y de trabajo de la población. Los que se han enfrentado en las calles por construcciones de hospitales, de calles, caminos vecinales; en contra la corrupción de los gobernadores, síndicos y regidores; en contra la inseguridad ciudadana; en contra de los malditos "apagones", falta de energía eléctrica, y alto costo de la tarifa... en fin, contra un modelo de gobierno que presenta un "crecimiento económico" que incrementa la pobreza y la exclusión económica, política y social.
En el ayer se cometieron errores en la aplicación de una política de movilización y organización de la población. Los mismos fueron aprovechados para desvirtuar y "satanizar a los muchachos del Falpo". Hoy, los resultados son diferentes: apoyo irrestricto de las comunidades y el pueblo.
El expresidente doctor Leonel Fernández Reina, no pudo con el Falpo; tampoco el expresidente Hipólito Mejía. El dinero, los privilegios y los cargos públicos no pudieron comprar la firmeza de los hombres y mujeres del Falpo.
El licenciado Danilo Medina, presidente de la República, tampoco podrá destruir al FALPO, olvida que son los continuadores de la herencia rojaynegra de la resistencia contra el trujillato y balaguerato.
El vil asesinato del joven francomacorisano, Vladimir Baldera; dirigente del FALPO, FELABEL y miembro del MPD, es la mejor demostración de las intenciones criminales del gobierno del PLD, Danilo y su grupo, en contra de las manifestaciones sociales y el rechazo de la corrupción y la impunidad.
El FALPO debe continuar su trabajo en las comunidades, no abandonar la organización y movilización de la población. Corregir lo que hay que corregir y continuar la lucha hasta conseguir las reivindicaciones económicas, políticas y sociales de la comunidad y el pueblo.
