Por Odalís Báez-
PEDERNALES.-Por la situación económica que impera en la región sur del país, el mercado fronterizo con la vecina nación se realizó este viernes con un flujo mayor de visitantes, que llegan de varias comunidades del Sur, para adquirir alimentos de la canasta familias, ropas usadas y otros artículos para revender.
El mercado entre esta parte y Haití, producto de la imperiosa falta de circulación económica se ha convertido en un aliciente entre las familias que dos veces a la semana viajan de comunidades del sur y otras poblaciones del interior del país.
Entrevistados la mayorías de la personas dijeron que para no morir de hambre junto a sus familias, se dirigen al mercado fronterizo para poder sobre vivir a la situación económica que desde hace meses se carcome la salud familiar.
El merado fronterizo es mantenido abajo restricciones debido a la vigilancia y el control en las ventas en gran cantidad de ajo y arroz, productos que son los mayores codiciados por las mayorías de las personas que revender en pequeños negocios que están diseminado por doquier.
En ajo como el arroz y cigarrillos que son los más codiciados por personas que los compran, pero en cantidades que sobre pasan el orden reglamentario son incautados por el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre Cestront, institución que tiene establecido chequeos en las diferentes salidas y entradas por las carreteras Pedernales-Barahona.
La semana pasada miembros del Cestront incautaron seis sacos de ajos a una personas que lo adquirió en el negocio con fines de vender e negocios y cuando pretendía viajar desde el mercando le fue retenido y llevado al cuartel del cesfront en esta jurisdicción fronteriza.
La vigilancia y el control militar requisa todo tipo de motocicletas y vehículos que salen del mercado binacional lunes y viernes, donde muchos ven la acción oficial como molestosa, atrás alegar que los productos que son adquirido en el mercado fronterizo son vendido públicamente y que entienden no es justo que se incaute, cuando las autoridades lo que deben hacer es devolverlos a quienes lo venden y regresarlo a su territorio.
