Eugenio de Jesús Marcano, brillante científico dominicano - Campesino Digital

Notas:

domingo, 19 de septiembre de 2021

Eugenio de Jesús Marcano, brillante científico dominicano



Nació el 27 de septiembre de 1923 en Licey al Medio (en la actualidad conocido como Licey Los Marcanos o, simplemente, Los Marcanos), perteneciente al municipio Tamboril (Provincia Santiago), República Dominicana.

Fueron sus padres Jesús María Marcano Santana, del mismo Licey al Medio, y Clemencia Bienvenida Fondeur, nativa de Hatillo Palma, en la Línea Noroeste. El matrimonio tuvo cinco hijos: Eugenio de Jesús ("Geno"), Luz María ("Mía"), Carmen Dilia ("Llilla"), Luis y Rafael. Todos, actualmente fallecidos. Jesús María tuvo, antes del matrimonio, a Efraín, también fallecido.

Realizó los primeros cursos en la escuela elemental de Licey al Medio, pasando luego a la Escuela Primaria de Tamboril, donde completó sus estudios primarios. Se trasladó a Santiago de los Caballeros para continuar los estudios secundarios en el Liceo Secundario Ulises Francisco Espaillat, donde obtuvo el título de Maestro Normal de Primera Enseñanza. Al mismo tiempo, cursó estudios comerciales (contabilidad, mecanografía).

Luego de graduarse, empezó a trabajar como contable de algunas empresas comerciales, además de iniciar algunos pequeños negocios propios.

En abril de 1947 contrajo matrimonio con Consuelo Martínez, de Tamboril. Tuvieron cinco hijos: José Eugenio, Clemencia Consuelo, Jesús María, Matilde Asunción y Eugenio de Jesús.

Poco después de creada la provincia de Santiago Rodríguez, se trasladó a su ciudad capital, Sabaneta, donde trabajó por un tiempo como contable en el Banco Agrícola. Luego fundó el Instituto Comercial San Ignacio de Loyola, la primera escuela comercial en Sabaneta.

Durante su estancia en Sabaneta, acostumbraba realizar excursiones por los campos vecinos. Es en esta etapa que empieza a profundizar en el estudio de la geología, especialmente paleontología, debido a la presencia notable de varias formaciones geológicas del Mioceno (Gurabo, Cercado, entre otras) con notable abundancia de fósiles.

En 1953 fue nombrado Profesor de Botánica en la Escuela Normal Emilio Prud'Homme, en Santiago de los Caballeros, regresando a residir en dicha ciudad. Ese mismo año fue nombrado también profesor en el Liceo Secundario Ulises Francisco Espailla y en la Academia Comercial Santiago.

Durante estos años en Santiago, continuó haciendo excursiones para reconocimientos geológicos y botánicos, acompañando con mucha frecuencia a los doctores Santiago Bueno y Federico Lithgow, amantes de la naturaleza y grandes conocedores de nuestras montañas. Igualmente acompañó y colaboró con quien siempre consideró como su Maestro: el eminente botánico dominicano Dr. José de Jesús Jiménez Almonte.

El 5 de marzo de 1955 fue nombrado, por recomendación del Dr. Jiménez, Curador del Herbario de la Universidad de Santo Domingo, ocupando a seguidas la Cátedra de Botánica en la antigua Facultad de Farmacia. Para esa misma fecha, fue nombrado Profesor de Botánica y Entomología en el Instituto Politécnico Loyola de San Cristóbal.

En el año 1958 participó con los doctores Clayton Ray y Stanley Rand, de la Smithsonian Institution, en un reconocimiento de prácticamente todas las cuevas del país. En este reconocimiento, se descubrieron los restos de un Insectivoro fósil nuevo para la ciencia y que el Dr. Patterson nombró como Antillogale marcanoi (cambiado luego a Solenodon marcanoi), la primera especie botánica o zoológica que llevó el nombre del Profesor Marcano.


Al retirarse el Dr. Carlos González Núñez, en 1964 fue nombrado Director del Instituto de Investigaciones Botánicas y Zoológicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, cargo que mantuvo hasta su fallecimiento.

En el año 1963 la Unión Panamericana hizo una evaluación de los recursos naturales del país. El Profesor Marcano acompañó y asesoró a Humberto Tasaico, ecólogo de dicho organismo, en la caracterización y delimitación de las zonas de vida según el sistema de Holdridge.

Con la llegada al país del Padre Julio Cicero, sj, se conformó una pareja de investigadores profesores que le dieron impulso a las investigaciones biológicas y ecológicas y a la enseñanza. A ellos se le unió luego la Profesora Idelisa Bonelly, quien se dedicó al campo de la biología marina. Con estos investigadores se inicia en 1968 la Escuela de Biología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Fue uno de los miembros fundadores y Miembro de Número Academia de Ciencias de la República Dominicana. Esta institución le otorgó en 1983 el Premio Anual de Ciencias, en reconocimiento a su labor científica en el país durante años.

En 1978 se hizo cargo del Museo de Historia Natural con el cargo de Director, cargo en el que se mantuvo hasta 1982. Durante este período, se fortaleció una actividad que ya había comenzado antes y que continuó luego de salir del Museo: las excursiones científicas o, como le llamaban, "Excursiones de Ciencia", con el Padre Julio Cicero y el periodista Félix Servio Ducoudray. Con frecuencia, les acompañaba el Ing. Agrónomo Abraham Abud Antún ("Bambán"), alumno de Marcano en el sentido pleno de la palabra. Estas excursiones eran realizadas durante todos los fines de semana a diferentes lugares del país y aparecían relatadas en los Suplementos Sabatinos del periódico El Caribe. (Puede ver la recopilación de todos estos relatos, con el nombre de "La Naturaleza Dominicana" en la Biblioteca Virtual del Grupo León Jiménez).

Por su extraordinaria labor científica y educativa, el 8 de febrero de 1975, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) le concedió el título de Doctor Honoris Causa en Biología.

Falleció en la ciudad de Santo Domingo, el 18 de septiembre de 2003.

Marcano fue considerado por muchos como el último naturalista de la República Dominicana, entendido este término para designar a personas que sin formación académica especializada en el área de su interés a la que dedican largos años de estudios, logran convertirse por su tenaz perseverancia y su excepcional capacidad de observación, en grandes conocedores de los diferentes aspectos de la historia natural.

Como producto de casi 50 años de fructífera actividad docente, Marcano creó una legión de alumnos que dejó diseminados por todo el territorio nacional.

Texto: J. Marcano


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