Por Ramón López Ynoa
En la vorágine que ha levantado en la clase política nacional la salida del doctor Fernández del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, rara vez he leído que la partida de un ex compañero haya afectado en lo personal y en la sensibilidad política a alguien de este partido. Esto así porque el comportamiento asumido hacia los ex compañeros que se fueron con el ex presidente ha sido de piraña, ha sido encarnizado, en un franco olvido inexplicable de los años en que juntos hicieron camino para hacer del PLD el partido que ha gobernado el país por casi veinte años. Por eso el comentario que Ilianov Méndez hiciera en el momento en que supo de la renuncia del diputado Mariano Montero al PLD para seguir los pasos de su líder, fue loable, generosa, afectiva, personal y me parece, que espontánea.
“Te confieso que no me siento bien leyendo que renuncias al PLD” le dijo al compañero que se iba, reconociendo con ello la valía de la pérdida y que lo afectaba en lo personal al tiempo que lamentaba su partida. Un caso excepcional en las actuales circunstancias políticas en que vive el país, diría yo.
La renuncia de Mariano Montero al PLD fue valiente, fue firme, y estuvo precedida de un forzado cerco mediático con el que se procuró inhabilitarlo políticamente empujándolo a que tomara la decisión que finalmente tomó. Aunque se conocía que Mariano en algún momento renunciaría al PLD, se puede afirmar que, en definitiva, cedió a la presión mediática.
La renuncia de Mariano tiene ribetes políticos diferentes a los de otras renuncias.
Fue el segundo precandidato a diputado del PLD en Barahona más votado en una lucha desigual con los precandidatos seleccionados por el sector oficialista en Barahona, y sin embargo, vadeó con éxito esas fuerzas, que en el caso de esta provincia, es mucho decir, con lo que demostró su habilidad política, y eso, le aseguraba al PLD mantener ese escaño en la Cámara de Diputado; hoy no se sabe. Quizás por ello, Ilianov Méndez le dice “eres de una familia y tienes una trayectoria personal en nuestro partido, pero, con Dios delante y nuestros esfuerzos, el PLD perdurará; suerte en tu aventura, suerte”, le dice al compañero ido.
Las actuales coyunturas políticas no les aseguran nada a nadie; el PLD se recompone; pienso que la medida más reciente del Comité Político va en esa dirección, y La Fuerza del Pueblo es aún un proyecto que, en el caso de Barahona, no se le ha visto su impacto, ni se conoce de dirigentes municipales o provinciales algunos que lo estén estructurando, ni siquiera, hayan hecho público su posición frente a la LFP. Y es entendible. Esta zona depende económicamente del empleo público y Danilo ha demostrado recientemente que con él no se juega. “¿Cómo me voy con la LFP si mi familia depende del empleíto que tengo en el gobierno?” me dijo un ex leonelista en el día de ayer.
En la actualidad, así como hay ex peledeístas, también hay ex leonelistas. De todas maneras, la suerte está echada y ya se tomaron decisiones que no admiten retorno; los meses por venir dirán en qué lado estaba la razón y pondrán cada cosa en su justo lugar.
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